Hoy ha sido un día perfecto, hubo una persona muy especial en el, con nuestras lágrimas, nuestras risas, los cuentos, momentos.
Aceptó mis dolores tanto como yo acepté los suyos y juntos comprendimos que la vida te enseña más cuando te golpea, a través de esas lágrimas, las cuales deseamos que se acaben en el momento perfecto, y al cual tenemos tanto miedo de afrontar.
Me digné a escribir nuevamente en este refugio de historias, salon de los recuerdos, en el cajón de mis memorias.
He aprendido, o mejor dicho, recordé que la gente no siempre recibe lo que con tanto sacrificio le das.
Confusión, un poco de silencio, son momentos.
Todo fue una quimera, poco a poco se aleja esto de mi, y las palabras de un amigo siempre son el mejor remedio, aunque la vida te haya revolcado en lo mas profundo de tus problemas, donde no existia ni el interruptor para darle el conocido color a las cosas. Y es que la vida no nos da siempre estos momentos.
Conforme el tiempo pase, será un recuerdo, una lágrima parte de la laguna en la cual no pienso volver a ver mi reflejo, porque significaste un candado para esa puerta: de las dudas, de las penas, de los olvidados momentos.
La vida esta hecha de cada minuto vivido, de cada lágrima, de las risas, de momentos.
El pasado esta hecho de recuerdos, de entregas, de lo que el miedo nos dejo sin hacer o de lo que nos motivó a hacer,del tiempo que paso, de batallas luchadas: perdidas o ganadas.
El futuro esta hecho del pasado.
El presente no depende ni de uno, ni de otro: se hace de detalles, de respiros, de segundos, de aquello que no vale ni pasado ni futuro, y que vivirá por siempre en nosotros.
Momentos por ti, momentos por mi, aprendimos que el tiempo es solo un número, y que nos hicimos de palabras, de llantos, de risas, de detalles, de MOMENTOS.
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